Si el otro día os hablaba de la
fotografía con luz ultravioleta, hoy lo haré con la fotografía infrarroja.
Suelen ir de la mano ya que se estudian juntas, por ser similares. Ambas juegan
con el paso de las ondas electromagnéticas de la luz. En este caso, si usamos
un filtro de cámara infrarrojo, tan sólo dejamos pasar esa radiación de luz del
espectro electromagnético.
Los filtros son prácticamente
iguales en apariencia que cualquier otro y se enroscan al objetivo. Aunque en
fotografía digital además del filtraje, necesitas una cámara que te deje
modificar el sensor, haciendo que sólo pase la radiación IR.
Antes, con las cámaras
analógicas, era más sencillo hacer este tipo de fotografías. Era necesario
dicho filtro IR y además una película específica para fotografía infrarroja.
Hoy en día está en desuso.
Normalmente se suele usar en
fotografía artística y científica. Como siempre, fotografía y ciencia
coinciden, y en este caso se usa muchísimo en astronomía, ya que la radiación
infrarroja la emite cualquier cuerpo que desprenda calor, de modo que permite
ver partes del universo que de otro modo sería invisible para nosotros. Además,
también se usa mucho en medicina.
Artísticamente sirve para
resaltar unas peculiares tonalidades. Da un efecto fantasmagórico y se suele
hacer mucha fotografía de paisajes, en los que aparece vegetación.
Las plantas y las hojas de los
árboles se ven blancas siempre. Esto es debido a la clorofila que hay en su
interior, ya que ésta refleja mucha radiación infrarroja, haciendo que se vean
sus colores alterados, blanquecinos. Todo lo contrario pasa con el cielo, por
eso a penas se aprecia cambio y mantiene su tono azul o anaranjado si está en
un atardecer.
Dejo aquí un enlace con un post
específico de artistas que usan fotografía infrarroja de forma profesional:
http://www.tutorial9.net/downloads/101-absolutely-breathtaking-infrared-photographs/
¡Hasta la próxima entrada!
¡Hasta la próxima entrada!
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