domingo, 2 de febrero de 2014

Fotografía infrarroja

Si el otro día os hablaba de la fotografía con luz ultravioleta, hoy lo haré con la fotografía infrarroja. Suelen ir de la mano ya que se estudian juntas, por ser similares. Ambas juegan con el paso de las ondas electromagnéticas de la luz. En este caso, si usamos un filtro de cámara infrarrojo, tan sólo dejamos pasar esa radiación de luz del espectro electromagnético.

Los filtros son prácticamente iguales en apariencia que cualquier otro y se enroscan al objetivo. Aunque en fotografía digital además del filtraje, necesitas una cámara que te deje modificar el sensor, haciendo que sólo pase la radiación IR.



Antes, con las cámaras analógicas, era más sencillo hacer este tipo de fotografías. Era necesario dicho filtro IR y además una película específica para fotografía infrarroja. Hoy en día está en desuso.

Normalmente se suele usar en fotografía artística y científica. Como siempre, fotografía y ciencia coinciden, y en este caso se usa muchísimo en astronomía, ya que la radiación infrarroja la emite cualquier cuerpo que desprenda calor, de modo que permite ver partes del universo que de otro modo sería invisible para nosotros. Además, también se usa mucho en medicina.




Artísticamente sirve para resaltar unas peculiares tonalidades. Da un efecto fantasmagórico y se suele hacer mucha fotografía de paisajes, en los que aparece vegetación.



Las plantas y las hojas de los árboles se ven blancas siempre. Esto es debido a la clorofila que hay en su interior, ya que ésta refleja mucha radiación infrarroja, haciendo que se vean sus colores alterados, blanquecinos. Todo lo contrario pasa con el cielo, por eso a penas se aprecia cambio y mantiene su tono azul o anaranjado si está en un atardecer.




Dejo aquí un enlace con un post específico de artistas que usan fotografía infrarroja de forma profesional:

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