domingo, 19 de enero de 2014

Fotografía de larga exposición

En esta nueva entrada, os voy a hablar de la larga exposición en fotografía. Y es que se pueden lograr muchos efectos diferentes dependiendo de las condiciones en las que realicemos la toma. La exposición puede ser de varios segundos o minutos, y podemos hacer la toma de día o de noche, con distintos resultados.

Debido a las condiciones del ambiente, de noche es más fácil de realizar. Tan sólo debemos  tener conocimiento de la posición “B (Bulb)” de la cámara. Esto es, dejar el obturador abierto tanto rato como deseemos. Es decir, tomar una fotografía de tanto tiempo de exposición como queramos.

Un ejemplo muy común es la típica foto en la que se ve la estela de luz que dejan los automóviles por la noche, o la que el agua de un río se ve como si fuese de seda. Se consigue así un efecto de irrealidad.


Pues esto es aplicable a cualquier objeto en movimiento, cualquier cosa que se os pueda ocurrir. Un avión despegando de un aeropuerto, un tiovivo, una noria, incluso rayos en una noche de tormenta.


Y hablando de rayos, hay fotógrafos que se dedican a cazar este fenómeno de la naturaleza. Para ello es tan simple como llevar su cámara y un trípode (a veces acompañado de un filtro ND) y dejar la cámara en posición Bulb a la espera de que caiga algún rayo. Se suelen hacer tomas de 30 segundos de exposición. Si no captan nada, hacen una nueva toma.




Esta está tomada en el momento preciso en el que choca con la estatua de la libertad:



También es posible lograr fotografías espectaculares del cielo nocturno. En algunas imágenes incluso se aprecia el movimiento rotatorio de la Tierra girando, puesto que se ven las estrellas afectadas por la larga exposición. Dejo algunos ejemplos más:







Hay millones de ejemplos y posibilidades. Todo es echarle imaginación y disponer de paciencia para realizar fotografías de larga exposición, y si no que se lo digan a Michael Wesley, que realizó una serie de fotografías de 2 años de exposición, en Berlín, de 1998 al 2000. Lo hizo con una cámara diseñada por él mismo, que le permitía realizar estas largas exposiciones.








Lo que se aprecia de fondo, son los ciclos del sol, que se plasman como una pintura emborronada sobre la ciudad, en la cual se ve incluso la construcción de edificios en aquella época.

Nada más por esta vez. Espero que os haya resultado interesante. ¡Hasta la próxima!

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